La cumbre del volcán. Guatemala.
Me despierto con los primeros rayos de sol que entran por la claraboya del techo de madera. Mi cuerpo, envuelto en el saco de dormir, se estira al tiempo que rota para posarse sobre la espalda. Abro los ojos despacio y con las manos bajo mi cabeza suspiro en silencio mirando hacia la luz. No se que día de la semana es, pero para mi es Domingo.
Bajo al sótano a por palos secos y enciendo el fuego en la cocina de leña para hacer café y tostar pan. Hace frío y estar junto al fuego me sienta bien.
Estoy en la casa de Carl, un Warmshower de origen estadounidense que vive en Guatemala desde hace más de 30 años. Su casa está a un kilómetro de aquí, pero esta cabaña de madera en la que me encuentro es un regalo que le brinda a los viajeros ciclistas que disfrutan de su hospitalidad en su paso por este montañoso país de Centroamérica.

Elisabeth y Juan me han ofrecido un lugar donde descansar y ahora, a primera hora del día, desayunamos.

La parte más cálida de Guatemala está en las personas que me encuentro en el camino y me abren su casa.
Mi idea era descansar un día y seguir mi camino hacia el norte, pero no pude rechazar su oferta de escalar los volcanes de los alrededores y dormir rodeado de su más de 100 especies de árboles que tiene plantados en su jardín. Además no voy a estar solo, mañana llegan tres Palentinos que viajan por Guatemala y disfrutan tanto como yo subiéndose a lo más alto para mirar al horizonte.
Sigue siendo época lluviosa y el agua nunca falta a su cita de la tarde. Madrugamos mucho para poder subir los volcanes y a las 4 a.m ya estamos al pie del volcán y comenzamos la ascensión bajo la luz de nuestras linternas. Llegar al cráter con el cielo despejado, a mas de 4000 msnm, es un regalo con más de 10 volcanes en el horizonte para disfrutar.
Miro hacia el sur, donde días atrás pedaleaba por cuestas verticales que me hacían dar el máximo de mis posibilidades. Recuerdo como mirando hacia arriba veía lo alto de los volcanes como inalcanzables, y hoy, sin haber sido abatido por el cansancio sonrío mirando hacía abajo. Giro mi cabeza, y tornando mi mirada hacia el norte imagino mis próximos días en mi camino hacia Mexico.
Son las 9,50 AM. Despues de la ducha y el desayuno abro el correo y te encuentro y te leo y disfruto con todo lo que cuentas. ! Una estupenda forma de empezar el dia. !
Abrazos.
🙂 abrazos para vosotros!
Genial , como siempre !!!!. Fantásticas fotos y crónica. Qué envidia sana !!!!!!!!!!!!!
Muchas gracias Pedro!!
No han hecho la misma foto donde saltemos bajando el gokio ri?!!! Jodidas de fotos que haces!
Jajaja esa foto no se me olvidará nunca! un abrazo hermano!
Hermoso país Guatemala…fuerza hombre!
Muchas gracias Diana!! perdona esta tardanza en contestarte pero se habia quedado perdido este comentario… un saludo y sonrisas!!