Como en casa no, mejor.
Abandono en silencio la isla que por estos días me acogió.
No ha sido fácil dejar atrás a las personas que encontré en el camino, mi despedida con André Paiva se alargó toda la mañana hasta después de comer.
Ahora continuo mi viaje, pensando en lo que verdaderamente significa viajar. No es recorrer para ver, ni siquiera fotografiar, ni tampoco llegar a ningún lado. Viajar es disfrutar de la esencia de cada paso, absorber lo que el camino pone delante de ti para saborear la vida con los cinco sentidos. Encuentros con personas que marcarán tu corazón e incluso tu destino, es conocerse a uno mismo tal y como es.
Un día escuche en un programa de radio que el máximo engaño del viajero era que todo el mundo que conocían en el camino eran buenas personas, eso es porque solo las conocen un rato comentaba…no las conocen de verdad…
Yo creo que esta completamente equivocado, lo que conocemos es la esencia de las personas, lo mas importante, sus verdaderas intenciones e inquietudes…
Así salgo de Florianópolis, feliz.
A unos 60 km pararé a descansar en la casa de un magnífico Warmshower, André. Sin previo aviso por mi parte, este bombero de energía inagotable me ofreció su casa para descansar y compartir con él.
Han sido muchos días de descanso en Florianópolis y tengo ganas de pedalear, asi que tras pasar dos noches continuo hacia el norte. El sol a salido hoy con fuerza y me hace muy costosa la pedalada por la carretera general, pero pronto podré desviarme por la costa y asi continuar sin el estrés de los camiones.
La carretera de interpraias me lleva arriba y abajo entre morros que separan las innumerables playas. El camino es precioso pero estas subidas se hacen prácticamente imposibles de hacer, aquí las carreteras las hacen a modo cortafuegos, una línea recta que sube la montaña sin curva alguna…
Paro en una gasolinera para coger un poco de agua, he llegado a Navegantes y quiero descansar un poco antes de seguir. Unas personas se acercan para preguntarme sobre mi viaje, nos sacamos fotos, y cinco minutos después estoy sentado en su restaurante con una comida deliciosa delante de mi. Son Fran y Marcos, dos hermanos que hace poco tiempo apostaron por su nuevo proyecto, el Restaurante Sinestesia.
Después de comer me llevan a recorrer los alrededores de su ciudad, mostrándome los rincones y playas escondidas que todo viajero quiere descubrir.
Se nos ha echado la noche encima y ellos tienen que volver a trabajar. Me ofrecen su casa para pasar la noche, y el restaurante para ir a cenar… me cuesta decir que si, pero por supuesto acepté. Fran prepara el mejor pulpo que he probado jamás, y eso que mi sangre es gallega y el pulpo más que una pasión.
Salir a la carretera se me vuelve a hacer difícil.
Tras un día de intenso calor el tiempo se enrarece y la lluvia está por llegar. Vuelve a hacer un poco de frío y es más cómodo pedalear pero me preocupa la noche, la última noche que me cayó una tormenta amanecí con una laguna alrededor de mi carpa, y quizá esta vez no tenga tanta suerte y la laguna se quiera meter conmigo a dormir asi que una vez llegado a la isla de São Francisco paro en un centro de atención al turista donde tienen wifi.
Escribo a dos warmshower para comunicarles que estoy en la ciudad y que quiero pasar la noche en un lugar con techo. 5 minutos después, un coche para delante de la puerta y el hombre que se baja me dice, Juan!! Bienvenido!! Te quedas en mi casa!! Yo estoy descolocado…no me lo puedo creer…no se que tiene la gente aquí en Brasil pero nunca jamás había experimentado nada igual.
Fábio vive con su mujer, Cyntia, y dos maravillosos hijos, Gustavo y Miguel. Lleno de inquietudes Gustavo me pregunta todo tipo de dudas acerca de mi viaje y de mi país de procedencia.
Vuelvo a estar en familia, bajo el abrigo de un hogar.
Esa noche escucho llover mientras miro el techo que se ilumina con las farolas de la calle. Estoy caliente, tranquilo, feliz.
Ando haciendo dos viajes paralelos, el mío propio y el tuyo acompañándote desde aquí. No sé si sera verdad o no eso del máximo engaño del viajero pero yo, al igual que tú, me estoy encontrando con la esencia de las personas…
Sigue viviendo y disfrutando tanto! Un besazo!
Pues no se a que esperas para dejarme a mi viajar contigo tambien!! Egoista!! Cuanto me alegro que estés gozando de Australia, algun dia llegaremos alli Makalu y yo…muchos besos desde Brasil Beo!!! Gracias por acompañarme!!
Jajaja, la semana que viene me voy rumbo Nueva Zelanda, creo que hay sitios espectaculares para recorrer con la bici… no digo nada!!
y que paso con tu compi? bueno tu viaje yo aun preparo el mio …. algun dia viajare con mi hija …..saluodos
¿el mejor pulpo? habrá que ir a probarlo!
Jajaja oye no es broma lo del autobus que te mande…ahora, hay que esperar como dos años a que llegue alli! Pero es una gran idea!! Alomejor podemos hacer uno antes, reflexionemos sobre ello, y hablemos! 😉
tu energía es tan positiva al estar haciendo lo que te hace feliz, que es casi imposible que atraigas nada que no se corresponda con tu alegría . . yo creo que por eso el viajero sólo encuentra buenas personas (en esencia quién no es una buena persona ?), porque consigue extraer la bondad de cualquiera al ser ésta el reflejo de él mismo . .
en realidad así es como se vive mejor: absorbiendo «lo que el camino pone delante de ti para saborear la vida con los cinco sentidos» . . si encaras así tu día a día, la vida es mucho más enriquecedora . . no hace falta ir lejos . .
besos para el viajero generoso que comparte su historia ! (aunque no haya ninguna casa entre sus fotos . . ejem . . )
Gracias por estos comentarios Ale…me encantan.
Las casas aqui no son como las de la patagonia!! Que por cierto aun no visto ninguna dibujada….